Pongamos que tenemos “un flechazo” con alguien, ¿qué reacciones químicas se desencadenan en nuestro cuerpo?
Ese flechazo que sentimos con esa persona nos hace activar serotonina y dopamina, y se producen altos niveles de oxitócina y vasopresina, dos hormonas que cumplen un papel crucial en la consolidación del vínculo amoroso.
Aunque para los enamorados estos síntomas se resumen en: “mariposillas” en el estómago, brillo en los ojos, fuego interior cada vez que vemos a nuestro enamorado, pensamientos recurrentes de esa persona, falta de apetito, taquicardias cuando se aproxima la hora de verse…
Realmente, estando enamorados en la primera fase, somos una bomba llena de sensaciones, por lo general bastante difíciles de explicar.
Consideramos incluso esta etapa como un estado de locura transitoria. Por supuesto no podemos permanecer, por mucho que queramos con esa sensación tan “loca”. El enamoramiento se termina a los seis u ocho meses de haberse conocido, tal vez dure un poco más, pero acaba, ya que el organismo no puede sostener fisiológicamente ese estado por más tiempo. Es entonces cuando podemos hablar de amor.
Es la etapa del enamoramiento más intensa. Se considera una etapa de locura transitoria, como decíamos antes, los amantes se sienten extasiados el uno con el otro.
Se vive especialmente el deseo y la pasión entre la pareja. Ambos sienten una comprensión y conexión 100%. Notamos una sensación de afecto mutuo y de reciprocidad.
Cuando acaba la etapa fusión, a los 3 años más o menos, pasamos a esta nueva etapa.
Es aquí donde hay un mayor compañerismo. Empezamos a resolver conflictos que ya arrastrábamos de antes pero que no se habían solucionado.
Es en esta etapa de vinculación es donde la pareja podría comenzar a convivir o contraer matrimonio.
Tendemos por la euforia de la primera fase a adelantarnos en las etapas, vivir juntos casi sin conocerse realmente, o casarse por impulso, y es cuando muchas parejas se quedan por el camino.
“Es aquí donde el amor se alimenta del compañerismo y del apego amoroso”.
En esta etapa se forma el hogar del amor, comienzan sin duda las discusiones domésticas y rutinarias, pero es el momento clave para el diálogo y la comunicación con el otro para no desencadenar peleas.
Se comienzan a balancear los intereses personales.
Empieza entre el tercer y cuarto año de relación. Cada uno lleva a cabo actividades individuales. No es malo que cada uno tenga sus gustos.
Desaparecen los miedos que teníamos en fases anteriores.
Empieza a rondar la idea de tener hijos juntos.
Se acabó en esta etapa la idealización del otro.
Es el momento clave en el que el amor queda para siempre, o podría terminar en la separación de la pareja.
Cualquiera que sea la etapa en la que te encuentres, mi consejo es que la disfrutes. Y muy importante, la comunicación es la clave del éxito, tanto en el amor como en el sexo, como en la vida en general.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!